Frase Quotes

“—No te disculpes por besarme —me ruboricé enseguida—. Hay un millón de cosas malas que requieren una disculpa, pero un beso no es una de ellas. Nunca un beso puede ser una herida, un beso dice más que un montón de palabras. Y parece que lo que querías decirme no encajaba en ninguna frase, no te preocupes, entendí todo lo que tus labios le dijeron a los míos.”

“—No te disculpes por besarme —me ruboricé enseguida—. Hay un millón de cosas malas que requieren una disculpa, pero un beso no es una de ellas. Nunca un beso puede ser una herida, un beso dice más que un montón de palabras. Y parece que lo que querías decirme no encajaba en ninguna frase, no te preocupes, entendí todo lo que tus labios le dijeron a los míos.”

“Both [social science & science fiction] attempt to understand empirical facts and lived experience as something that is shaped by abstract - and not directly perceptible - structural forces.”

“No sé por qué tendemos a temer tanto estar solos. Sé que no le ocurre a todo el mundo, pero hay una tendencia general a entrar en un estado de pánico tras la ruptura ante la posibilidad de no encontrar a nadie con quien compartir tu vida ¿Y qué? ¿Qué importa si eso no sucede? Nada, absolutamente nada; volcar la posibilidad de ser feliz en la existencia de otra persona es la única raíz del problema, ni más ni menos.”

“t was once famously said that it is as well that wars are so ruinously expensive, else we would never stop fighting them. However well said, it seems also to be endlessly forgotten that, while there may be just wars and unjust wars, there are never any cheap wars.”

“Full many a flower is born to blush unseen and waste its sweetness on the desert air.”

“I have a message for your daughter,” said Cale. “I am bound to her with cables that not even God can break. One day, if there is a soft breeze on her cheek, it may be my breath; one night, if the cool wind plays with her hair, it may be my shadow passing by.” And with this terrible threat he faced forward and the procession started once more. In less than a minute they were gone. In her shady room Arbell Swan-Neck stood white and cold as alabaster.”