Enjoy the best quotes of The Condorcet. Explore, save & share top quotes by The Condorcet.
“Enjoy your own life without comparing it with that of another.”
The Condorcet“Enjoy your own life without comparing it with that of another.”
The Condorcet“But if it be true, as every prospect assures us, that the human race shall not again relapse into its ancient barbarity; if every thing ought to assure us against that pusillanimous and corrupt system which condemns man to eternal oscillations between truth and falsehood, liberty and servitude, we must, at the same time, perceive that the light of information is spread over a small part only of our globe; and the number of those who possess real instruction, seems to vanish in the comparison with the mass of men consigned over to ignorance and prejudice. We behold vast countries groaning under slavery, and presenting nations in one place, degraded by the vices of civilization, so corrupt as to impede the progress of man; and in others, still vegetating in the infancy of its early age. We perceive that the exertions of these last ages have done much for the progress of the human mind, but little for the perfection of the human species; much for the glory of man, somewhat for his liberty, but scarcely any thing yet for his happiness. In a few directions, our eyes are struck with a dazzling light; but thick darkness still covers an immense horison.”
Nicolas de Condorcet, Outlines of an Historical View of the Progress of the Human Mind“I hope to see the bringing together of all the best educated people of the earth into a worldwide Congress of Scientists.”
Marquis de Condorcet“Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de 20 casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo".”
Gabriel García Márquez, Cien años de soledad“La historia no ha cambiado. Hace mil anos ellos eran los duenos del mundo. Hoy en dia lo siguen siendo. Claro, lo tienen que compartir con los grandes magnates de la tierra, esos que controlan el petroleo, las drogas, la tecnologia y por supuesto la television y la radio. La Iglesia domina los miedos y la promesa de la salvacion; las grandes empresas tambien manipulan los miedos y los paliativos para estos: la satisfaccion de las necesidades basicas - y las no tan basicas que hoy en dia parecen primordiales: carro, casa, belleza y entretenimiento - , una via directa al consimismo. Ambos en busca de lo mismo, la minipulacion del pueblo que los lleva a la gallina de los huevos de oro: el dinero de las masas. No es causalidad que la gente no quiera pensar. La Iglesia se encargo por siglos de esto, evitando la lectura de cualquier cosa que no fuese su religion. Desde Aristoteles, Ovidio, Pitagoras, Platon, Socrates, Antistenes, Heraclito, hasta Voltaire, Huxley, Hesse, Sade, Maquiavelo, Rousseau, Nietzsche, Dumas, entre otros, fueron censurados.”
Antonio Guadarrama, Cóatl: el misterio de la serpiente“N'ayez jamais peur de la vie, n'ayez jamais peur de l'aventure, faites confiance au hasard, à la chance, à la destinée. Partez, allez conquérir d'autres espaces, d'autres espérances. Le reste vous sera donné de surcroît.”
Henry de Monfreid“Jan is het kotsbeu dat de Kerk al het kwade blijft wijten aan de van van de mens en dat al het lijden mensen dichter bij God brengt.”
Yves Saerens, De Dwarsligger“No elevator of progress with wells of prejudices. (Pas d'ascenseur de progrès - Avec puits de préjugés.)”
Charles de Leusse“In ocean of tears, the heart of stone sinks. (Dans l'océan de larmes, - Le coeur de pierre donc coule.)”
Charles de Leusse“La rutina no está tanto en las cosas como en nuestra incapacidad para crear a cada momento un vínculo original con ellas, en nuestra tendencia a leerlas por la falsilla de lo rutinario, de lo ya aprendido. Hay que seguir dejando siempre abierta la puerta al cuarto de jugar.”
Carmen Martín Gaite, El cuento de nunca acabar